Aspergillosis: Comparative virulence, metabolic rate, growth rate and ubiquinone content of soil and human isolates ofAspergillus terreus

Abstract
Significant differences were found between soil and human isolates of Aspergillus terreas in regard to virulence and in vitro growth rate. The growth rate on agar medium at 37° C was the same for all strains. At 25°C, however, the human isolate grew slower. In liquid media greater differences were noted. The soil isolates grew less well at 37°C (dry wt 0·54 g) than the human isolate (dry wt 0·97 g) in 3 days and had a lower metabolic rate QON2 45 compared to human isolate (QON 116). They had a higher final Eh of growth (Eh cal. 103) than the human isolate (Eh cal. 79). The ubiquinone content of the human isolate was 14 n moles/gm dry wt at 25°C and 172 at 37°C, whereas the soil isolates had values of 28–32 n mol/g dry wt an 25°C and 78–83 n moles/g dry wt at 37°C. An intravenous inoculum of 104 spores of the human isolate in mice was lethal, whereas 107 to 109 spores of the soil isolate were required for the same result. Se encontraron diferencias significativas entre cepas de Aspergillus terreus aisladas del suelo v del hombre, en cuanto a la virulencia y su crecimiento “in vitro”. El crecimiento era similar para todas las cepas en agar a 37° C. Sin embargo a 25° C, las de origen humano crecían más lentamente. En medios líquidos las diferencias eran más acusadas. Las aisladas del suelo, al cabo de 3 días, habían crecido peor a 37° C (peso en sustancia seca 0,54 g), que las de origen humano (peso en sustancia seca 0,97 g) y tenían una tasa metabólica más baja (QON2 45) comparada con las humanas (QON2 116). También tenian un crecimiento Eh final más alto (Eh cal. 103), que las de origen humano (Eh cal. 79). A 25° C el contenido en ubiquinona de las humanas, era en sustancia seca de 14 n moles/g y de 172 a 37° C, mientras que las procedentes del suelo tenían a 25° C valores en sustancia seca de 28–32 n moles/g y de 78–83 n moles/g a 37° C. La inoculación intravenosa de 104 esporos de origen humano, eran letales para el ratón, mientras que se necesitaban para producir el mismo efecto concentraciones de 107 a 109 esporos de las cepas aisladas del suelo.