Abstract
A nadie escapa la extraordinaria importancia que para el tocólogo significa tener, en su arsenal terapéutico una droga útero-relajadora, cuya acción puede ser de extrema utilidad en frecuentes casos de la patología obstétrica común, tales como: Distocias hiperdinámicas, presentaciones anormales del feto, prolapso del cordón, distocia pélvica, pre-ruptura uterina, sufrimiento fetal y aún, simplemente como profiláctica.